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Refranero del amor

Por Estefania Robles Hernández, ganadora del segundo premio del I Concurso literario «Parece amor, pero no lo es».

Photo by Kourosh Qaffari from Pexels

Photo by Kourosh Qaffari from Pexels

La sabiduría popular dice: “Se aprende más de los errores que de los aciertos”; quizás tengan razón, pues al menos en cuestión de amores a mí me tocó aprenderlo así, a la mala, bajo la idea de que “Donde hay amor, hay dolor”. Después de ese gran duelo en donde me perdí a mí misma, quedé decepcionada de lo que en ese entonces concebía como amor y de lo que los demás decían que era.

Sin embargo, “Después de la tempestad viene la calma”, eso significó para mí conocer y hacerme consciente de que “No hay peor ciego que el que no quiere ver”, que las acciones que yo interpretaba como amor realmente no lo representaban; existen más maneras de amar y había que comenzar a deconstruirme al respecto.

Confieso que fue una transición difícil despojarme de ideas, pensamientos, acciones que se me habían inculcado y que en mi entorno se reproducían y se veían normales, bien dicen que “Nadie llega tan lejos como cuando se sabe hacia dónde se camina”. Hoy vuelvo a creer en el amor que se sustenta en hechos y no en ilusiones, quiero volverme a enamorar pero con los pies en la tierra, siendo consciente de encontrar a un compañero, no por temor a la soledad, porque ahora me siento completa y quiero a alguien en esta misma sintonía, que ambos encontremos un tiempo y espacio mutuo para compartirnos, que la libertad sea lo único que nos una, que sin ataduras ni posesiones podamos elegirnos a diario, ser apoyo el uno del otro pero no la inspiración para crecer individualmente y juntos, porque el verdadero amor no duele, no controla, no cela, no destruye; todo lo contrario: sana, fortalece, enriquece y construye.

Porque el verdadero amor no duele, no controla, no cela, no destruye; todo lo contrario: sana, fortalece, enriquece y construye. Clic para tuitear

Sobre Estefania Robles Hernández:

Pasante de la Licenciatura en Trabajo Social por la UAEMéx; mujer utópica, lectora, aprendiz de escritora, feminista en deconstrucción, amante de los perros, con vocación de servicio.

10 canciones de amor nada románticas

Todas conocemos canciones que cantan al amor romántico y sus mitos. Los celos que llevan al asesinato en Cruz de Navajas de Mecano, el Sin ti no soy nada de Amaral, La tortura de Shakira y Alejandro Sanz defendiendo que hay que aguantar de todo en nombre del amor…. Pero también hay muchas canciones que los desmontan, canciones de amor nada románticas. Hoy se celebra San Valentín. Aprovechando la ocasión, os voy a hablar de algunos mitos del amor romántico y de mis canciones favoritas para bailar sobre ellos.

Queremos celebrar San Valentín bailando sobre los mitos del amor romántico. Clic para tuitear

Mito de la media naranja

Según este mito, somos seres incompletos. Solo una persona está destinada a nosotras y completará nuestros huecos, llenando nuestra vida y proporcionándonos felicidad.

La Otra, en su canción Contigo, habla de ese amor sano en el que somos seres completos, capaces de ser felices sin pareja, pero que junto a quien queremos todo nos parece un poco más fácil. En realidad, esta canción desmonta bastantes mitos y es un canto a esa libertad que nos regala el saber amar bonito.

Mito de la finitud

Si amas a alguien no puedes amar a otra persona. Este mito nos cuenta que el amor es algo que se acaba y que hay que repartir. En realidad, el amor, como la amistad, cuanto más se reparte más crece.

En Corazón Nómada, Rebeca Lane canta al amor como agua, abono y tierra donde todo puede crecer. El amor no es un producto, es sangre y es vida dando vida.

Mito del amor jerarquizado y la pareja como “todo”

El amor de pareja es lo máximo a lo que aspiramos en cuanto a relaciones. Familia, amistad, soledad elegida… todo queda en segundo plano. Esto puede llevarnos a alejarnos de muchas personas que nos quieren y a quienes queremos. Recordemos que el amor romántico es solo una parte de nuestra vida: nuestros sueños, amistades, aficiones, trabajo, familia, etc. forman también parte del puzle.

Tremenda Jauría prefiere “bailar cumbia hasta que amanezca” en su canción Esta noche a pasar la noche con alguien. No siempre el romance es la opción elegida.

Mito de la exclusividad y mito de los celos

Nos cuentan que si nos gusta alguien no nos pueden gustar otras personas y que los celos son un signo de amor. Sin embargo, podemos amar a varias personas a la vez y no sentir inseguridad si ellas también aman a otras personas. Muchas veces los celos son síntoma de inseguridad, de querer poseer a la otra persona en lugar de dejarla crecer.

La preferida es una de mis canciones favoritas desde que la escuché. Un precioso bolero de Las Taradas que canta al amor sin ataduras, pero sí con cuidados y cariño.

Mito de la omnipotencia

“El amor todo lo puede”, “si me quiere cambiará”, “mi amor lo sanará”… ¡PELIGRO! Hay obstáculos internos en todas las personas y también hay circunstancias externas que pueden afectar. El amor no es una poción mágica, y menos en personas que no saben querer. Querer que una persona cambie es no quererla tal y como es, pretender que alguien que nos hace daño deje de hacérnoslo si aguantamos es peligroso para nuestra autoestima y puede serlo para nuestra integridad física.

No soy muy fan de Operación triunfo, pero sí de que en formatos tan generalistas se empiecen a escuchar discursos como el de “tengo claro que no me voy a fijar en un chico malo” de la canción Lo malo de Ana Guerra y Aitana. Me encanta que acabe esa leyenda de que los chicos “malos” nos gustan y que si aguantamos sus malos tratos cambiarán y nos amarán.

Mito de la eternidad y el sacrificio

Esa idea de que el amor verdadero es eterno, que si se acaba no encontraremos algo igual, que estaremos devastadas. Esa leyenda de que si queremos que algo dure hay que aguantar lo que sea, de que hay que darlo todo por el amor aunque se sufra, ese horrible refrán: “Quien bien te quiere te hará llorar”. Se puede amar muchas veces, se puede romper una relación aunque aún se ame, se puede amar de diferentes maneras. Cambiemos el refrán por “Que el amor valga la alegría y no la pena”.

Buika, esa voz con duende que nos habla de romper con las relaciones que nos hacen daño, canta Jodida pero contenta.

Mito de la heterosexualidad

Parece mentira, pero aún damos por sentada la heterosexualidad en el amor. Por suerte, cada vez más artistas cantan a diferentes manera de amar.

Kumbia Queers es uno de mis grupos favoritos de canciones de amor no románticas y siempre andan enamoradas de alguien, en esta canción le toca el turno a Daniela.

Mito del matrimonio o de la convivencia

Hay muchas manera de vivir el amor y de configurar una pareja. Y, aunque la sociedad en muchos casos nos conduce a registrar nuestra forma de vida de alguna manera, no todo amor está abocado al matrimonio o la convivencia. Tampoco el fin de todas las persona es acabar sus días en pareja.

De nuevo tenemos a Las Taradas, que este año han sido mi descubrimiento y me tienen loca con sus canciones de amor al no amor, con su canción Que no, que no!

 El mito de «o mala o buena»

A las mujeres siempre se nos ha situado en el binomio o bruja o santa, o amante o esposa, o sexy o madre. Pero las mujeres somos personas como los hombres, con múltiples facetas, y no se nos puede reducir a un tópico. No es necesario ser de ninguna manera para que nos quieran, lo válido es que nos quieran por nosotras mismas, tal como somos. Y si eso nos transforma en una Mujer inconveniente, siempre podemos cantar esta canción de Liliana Felipe.

El mito del libre albedrío

Esta es una concepción del amor como algo mágico. Es perder de vista que todos nuestros sentimientos, incluidos los amorosos, están influidos por factores socio-biológico-culturales.

Hay diversos estudios desde las distintas ciencias sociales (psicología, antropología, sociología…) que muestran qué factores afectan a nuestra elección de una pareja y a nuestra manera de entender el amor. Entender esos factores nos ayuda a deconstruirlos y a lograr que nos afecten menos. Esto nos permite comprender mejor nuestras elecciones y decidir un poco más fríamente, sobre todo en el caso de relaciones tóxicas.

El himno de más de una generación Me gusta ser una zorra de Las Vulpess ilustra esto. Las mujeres dejamos de ser sujetos pasivos esperando a nuestro príncipe azul. La sociedad cambió y la concepción del amor también.

Si queréis escuchar estas 10 canciones en Spotify, aquí tenéis la lista de reproducción.

Me he dejado muchos mitos y muchas canciones pero os recomiendo mucho esta otra lista de reproducción, El feminismo también se baila, para que sigáis bailando sobre la tumba de tantos mitos.

canciones de amor no románticas





Amor romántico: qué es y cómo contribuye a nuestra idea de amor

Hace unos días vi la película A tres metros sobre el cielo, protagonizada por María Valverde y Mario Casas, basada en el libro de mismo título y que narra la historia de amor adolescente entre Babi y Hache. A pesar de que la película parece la inocente historia de dos adolescentes enamorados, en realidad es violencia disfrazada de romanticismo, en la que se ve cómo Hache no duda en humillar y violentar a Babi para intentar que ella se fije en él, y Babi se enamora perdidamente de él a pesar de todo lo que la hace pasar.

El amor romántico sirve de modelo a la hora de establecer las relaciones de pareja así como a la idea que se tiene de estas

Esta es una de las muchas historias que podemos encontrar en el cine, los libros, las canciones y que contribuyen a crear la concepción social que tenemos del amor y de las relaciones de pareja. Sin embargo que esta visión esté plagada de violencia puede ser una idea inquietante ya que eso contribuye a que las relaciones sean desiguales y fomente comportamientos tóxicos. Para entender qué mecanismos hay detrás de todo esto hay que hablar del amor romántico, de qué es y de cómo ha ido moldeando la idea que tenemos de las relaciones amorosas en la sociedad occidental.

¿Qué es el amor romántico?

El amor romántico podría definirse como la concepción del amor actual en nuestra sociedad y que sirve de modelo a la hora de establecer las relaciones de pareja, así como a la idea que se tiene de estas. El amor romántico se basa en la pareja monógama y heterosexual, en la institución matrimonial y en la familia nuclear.

Cuando decimos que el amor romántico se basa en la heterosexualidad queremos decir que la idea de pareja que tenemos es aquella formada por una mujer y un hombre, en esto no hay más que ver los medios de comunicación y culturales, donde habitualmente las parejas que se representan son heterosexuales. Asimismo, se considera que las parejas tienen que ser monógamas, no se contempla la posibilidad de otros modelos como las relaciones abiertas o el poliamor. Esto se debe en parte porque se espera que las parejas en el futuro consoliden su relación a través del matrimonio y la familia nuclear (aquella formada por un padre, una madre y los hijos e hijas).

El  patrón chico/a conoce a chica/o, se enamoran, lo pasan mal porque su amor es complicado, para finalmente terminar juntos, casarse y formar una familia ha sido repetido desde los cuentos infantiles acabados con la famosa frase se casaron y comieron perdices, hasta la actualidad, en diferentes historias, independientemente de su origen y de su género. Esta estructura es la base de las películas románticas, entre ellas las orientadas al público adolescente, muy sensible a las historias que se muestran en ellas ya que son su modelo a seguir.

Mitos del amor romántico

El amor romántico alimenta, y a su vez se basa, en una serie de mitos como los celos, el del amor verdadero que es para siempre, que el amor lo puede todo, la media naranja y un largo etcétera. A través del amor romántico se ha creado la idea en el imaginario colectivo de que somos seres incompletos que vagamos a lo largo de nuestra existencia para encontrar una pareja, para encontrar ese amor verdadero que nos complete y de sentido a nuestra vida. Asimismo, según la visión actual de las relaciones, una vez tenemos pareja esta tiene que ser el centro de nuestra vida, es lo más importante que tenemos y por ello debemos hacer todo lo posible por mantener el amor incluso cuando es dañino para nosotros.

Si una relación nos ata y limita entonces puede significar que no es una buena para nosotros

Todo esto contribuye a crear una imagen irreal e inalcanzable del amor que únicamente crea frustraciones, como el no tener pareja y por lo tanto pensar que algo está mal con nosotros mismos o que la relación no sea esa montaña rusa de emociones que nos imaginamos y nos parezca que no es amor de verdad.

Del amor a la violencia

También contribuyen a crear una idea nociva de amor que genera violencia. En el amor romántico la pareja es similar a una propiedad privada ya que el propio modelo crea una idea de pertenencia, de ahí la justificación de los celos como símbolo de amor. Es muy peligroso ver a la pareja como un objeto y no como un ser humano con plenas facultades de decisión y de relación, lo que fomenta el control y los celos, siendo esta la idea que se esconde detrás del maltratador que mata a la mujer con la justificación de que “era mía”.

Todo el mundo tiene inseguridades y al haber sido educados en este modelo relacional es normal sentir celos, la diferencia radica en cómo se gestionan esos celos: se puede intentar hablar con la pareja explicándole la situación emocional, pero sobre todo debemos entender qué nos genera esos celos para poder resolverlo y comprender que no somos los dueños de nadie y que nuestra(s) pareja(s) tiene(n) derecho a relacionarse con el resto del mundo.

Igualmente, habría que erradicar la idea de que el amor todo lo puede. No, no es así, el amor no puede con todo ni es para siempre. Que una relación se termine no es un fracaso, es simplemente que se ha acabado, y eso no implica que sea algo malo. Tampoco hay que fomentar la idea de que el amor hay que cuidarlo incondicionalmente. No se tiene que estar en una relación que provoca sufrimiento, ya que esto indica que no es una buena relación y por lo tanto es mejor acabar con ella en cuanto se pueda, aunque no sea algo fácil y si no somos parte de ella intentar ayudar a aquellas personas que estén en una relación de maltrato.

¿Qué podemos hacer al respecto?

Tras todo esto podemos pensar que en nuestras relaciones no reproducimos, o lo hacemos ligeramente, todo lo dicho anteriormente. Sin embargo, vemos que las cifras de violencia de género cada año aumentan entre los más jóvenes, quienes reproducen los patrones del amor romántico. Por ello es fundamental que a través de la cultura y la sociedad se generen modelos más sanos, que reflejen relaciones de pareja que no fomenten los estereotipos de género ni refuercen los mitos del amor romántico.

Todo esto pasa por crear nuevas historias con nuevos referentes, que incluyan la representación del colectivo LGTBI+,  así como nuevos modelos que reflejen relaciones más equitativas en las que el amor no sea algo idealizado y deformado, sino un sentimiento positivo compartido y disfrutado, que no genere sufrimiento y violencia y que nos permita ser un poco más felices. Asimismo que se muestren otros tipos de amor, a los amigos, a la familia, a uno mismo, que también son fundamentales para el desarrollo personal. Construyendo nuevas formas de ver y entender el amor se podrán desarrollar relaciones más positivas que, apoyadas a través de la cultura y la sociedad, permitan crear lazos más fuertes y sanos.

Construyendo nuevas formas de ver y entender el amor se podrán desarrollar relaciones más positivas que permitan crear lazos más fuertes y sanos





El amor romántico y sus mitos

¿Alguna vez has sentido que estabas en una relación que te hacía más mal que bien? ¿Alguna vez pensaste que, aunque había cosas de tu pareja que no te gustaban, seguro que podías hacer que cambiara por amor? ¿Alguna vez te ha mirado tu pareja el móvil, revisando tus mensajes o con quién habías hablado? ¿Alguna tu chico te ha recriminado que llevaras una falda corta o que salieras con tus amigas? ¿Alguna vez te ha hecho ilusión que tu novio se pusiera celoso de que hablaras con un amigo tuyo porque has pensado que era señal de que te quería?

Podemos entender por amor romántico un modelo de amor que sostiene la familia tradicional: relaciones estables, monógamas (una sola pareja), heterosexuales (hombre-mujer) y generalmente con hijos/as. Otro tipo de relaciones son rechazadas en las sociedades en las que el modelo de amor romántico predomina porque la diversidad es una amenaza. Pero no debemos pensar solo en personas casadas y adultas cuando pensamos en este tipo de amor. La mayoría de las características se dan en relaciones entre jóvenes y se pueden dar entre personas homosexuales. El modelo de familia tradicional es, simplemente, el tipo de relación predominante en el imaginario de la sociedad.

Frase de Kate Millet sobre el amor

Frase de Kate Millet

El amor romántico está basado en una serie de mitos o creencias falsas que expondré a continuación. Estos mitos, junto con el hecho de que el amor romántico tiende a rechazar y excluir otros tipos de amor, hacen que el amor romántico sea un modelo dañino. Por eso en Parece amor, pero no lo es queremos contribuir a construir formas diferentes de afecto y cuidados. Los mitos son los siguientes:

  • Media naranja: encontramos su explicación en la obra El banquete, de Platón, donde los seres humanos eran perfectos, redondeados y tenían piernas, brazos y cara por duplicado. Estos desafiaron a los dioses y su castigo fue ser divididos en dos, disminuyendo su poder. Para el tema que nos ocupa, esto se traduce en que los seres humanos reales somos seres incompletos que buscan su media naranja, la parte que nos arrebataron. Pero la realidad es otra: ni necesitamos que nadie nos complete ni existe una única persona con la que podamos encajar.

Pintada en la que se lee "sin ti soy yo".

Sin ti soy yo, vía Pikara Magazine

  • Finitud: según esta idea, el amor es limitado; es como si tener otras relaciones afectivas y otras amistades significara querer menos a esa otra persona. Por supuesto, esto no es así.
  • Amor jerarquizado: sitúa a la pareja en la cúspide de la pirámide y coloca el resto de formas de amor, como la amistad, en un segundo plano.
  • Pareja como «todo»: la pareja se entiende como una especie de entidad sagrada que lo es todo, de manera que no necesitamos tener más relaciones. Esta creencia, unida a que en la fase de enamoramiento «solo tenemos ojos» para la persona de la que nos hemos enamorado, hace que muchas personas dejen de lado otras relaciones cuando empiezan a salir con alguien. Sin embargo, esto es un error por varias razones. En primer lugar, y egoístamente, no sabes cuánto va a durar esa relación, y si dejas de lado tus otras relaciones es probable que no puedas recuperarlas más tarde y te quedes solo/a. En segundo lugar, tus amigos y familiares no se merecen eso; cuidar a la gente a la que quieres y que te quiere es importante. En tercer lugar, reducir tus relaciones a una supone depositar una gran responsabilidad en esa persona; no es saludable hacerlo todo con una única persona, es bueno diversificar y tener tiempos de ocio por separado.

Que no te deje hacer lo que te gusta no es amor

Que no te deje hacer lo que te gusta no es amor, vía Youtube

  • Los polos opuestos se atraen: esta creencia enlaza con la anterior. Lo cierto es que puedes encajar muy bien con una persona con gustos diferentes, pero siempre habrá cosas que tengáis en común: una cierta forma de ver la vida, por ejemplo. Pero es importante no romantizar el hecho de que no tengas nada que ver con esa persona que te gusta o incluso choquéis. Las relaciones no deben ser una especie de batalla. Sin embargo, como decíamos antes, está bien que tengáis gustos diferentes y os mováis con grupos distintos con quienes sí podáis compartir esas aficiones. No pasa nada si a ti te gustan los videojuegos y a tu pareja no: ¡vete a viciar con tus colegas mientras él se va a un concierto!
  • Discutir es malo/bueno: a ver, discutir no es malo en sí. Es normal tener discrepancias y no pasa nada por hablar sobre ello siempre que no se falte al respeto. Por el contrario, no discutir nunca no es necesariamente algo 100 % positivo. Puede que os estéis callando cosas que realmente pensáis o que creáis que tener diferencias es algo malo, y esto no es así, es normal porque sois personas diferentes con inquietudes diferentes.
  • El amor lo puede todo: malas noticias: no. Las personas no cambian por amor y, lo que es más, no debemos pretender que cambien por nosotras. Pensar que el amor lo puede todo solo lleva a que nos decepcionen una y otra vez y a exigir a la gente cosas que cambien para adaptarse a nuestros gustos, lo cual no es justo.
  • Celos = amor: no, no y mil veces no. Los celos son el reflejo de miedos e inseguridades y son fruto de los mitos que venimos mencionando —que el amor es finito y querer a una persona significa querer menos a otra, que solo hay una persona hecha para ti, etc.—, pero nunca son señal de amor. No debes tolerar los celos ni creer que indican amor, porque lo que indican es que tu pareja quiere limitarte, controlar con quién sales…

Imagen de Rachel Walker, vía Unspash

  • Amor = enamoramiento: el enamoramiento es una fase que suele durar entre días y unos pocos años; es un proceso bioquímico, sobre el que tenemos poco control y en el que solemos experimentar embelesamiento por la otra persona. Suele ser una fase en la que la relación nos parece mágica. El amor es, en mi opinión, algo sobre lo que tenemos mucho más control. Las cosas no tienen por qué parecer mágicas una vez que termina la fase de enamoramiento, pero da más espacio a los cuidados y permite construir una relación basada en cosas que van más allá de la atracción y la exaltación.

Todas estas características se manifiestan muchas veces de formas sutiles y no son fáciles de detectar. Hemos crecido con referentes que las reproducen una y otra vez y que nos llegan a diario a través de series, películas, libros, anuncios… Aunque puedan parecer inofensivas, estas características combinadas conducen a relaciones de maltrato y a la violencia machista. Es importante no aceptar de forma acrítica las relaciones tal como las conocemos; debemos ser capaces de analizarlas y decidir qué nos sienta bien y qué no nos gusta. Cuando haya algo que no te haga sentir bien, tienes que transmitírselo a tu pareja y hacer lo posible por cambiarlo. También es importante saber que lo que a ti no te sirve puede hacer felices a otras personas, y debemos respetarlo siempre que sean relaciones sanas.

Es importante saber que el amor no duele. Si estás en una relación dañina, no es amor. Esto no quiere decir que todo tenga que ir bien siempre, pero hay líneas que no se pueden cruzar.

Por último, te dejo este vídeo en el que Pamela Palenciano nos explica que No solo duelen los golpes, donde puedes aprender más sobre el amor romántico y sus negativos efectos.

¿Tienes alguna duda? ¿Me he dejado algún mito? Te leo en los comentarios 🙂





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