Contacto sin tacto
Conocemos, aunque sea superficialmente, que el ser humano ha hecho tímidos intentos de comunicarse con hipotéticas especies extraterrestres en cuanto ha dispuesto de la convicción de su existencia y de la tecnología necesaria. El proyecto SETI sigue, sorteando los vientos del escaso presupuesto, buscando alguna señal proveniente de inteligencias de otras estrellas, después de que la señal WOW se desinflara quedando en nada. Pero no todo va a ser esperar sentados, así que en los años 70 se mandaron una serie de mensajes al Universo.
Como es de esperar, los mensajes son bastante sencillos, bienintencionados y pacíficos. Hay que mostrar nuestra mejor cara ante los desconocidos, ¡a ver qué van a pensar de la Humanidad! Yo tengo constancia de tres de estos mensajes. Todos ellos con escasísimas posibilidades de ser recibidos, y mucho menos decodificados.
Sólo uno de ellos está hecho con la suficiente seriedad. Los otros dos, en mi humilde opinión, fueron una maniobra de promoción de la NASA más que otra cosa; como esas cartas de niños dirigidas a Dios que los astronautas de aquel capítulo de Los Simpsons custodiaban con celo.
El primero al que me refiero (que fue el segundo en ser mandado, en 1974) es el Mensaje de Arecibo, creado por Frank Drake, con la colaboración, entre otros, del famoso Carl Sagan. Consiste en una señal de radio en binario que, convenientemente decodificada, concede información matemática, química, del ADN y otros datos de interés, suponemos, para nuestros vecinos de la galaxia. Esperemos que hagan buen uso de ellos y no tengamos que arrepentirnos del contacto, como insinúa Stephen Hawking. Ahora sólo queda esperar tranquilamente 50.000 años, que es lo que tardaría una hipotética respuesta. El Universo es precioso, pero tiene mucho lag, qué le vamos a hacer.
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El Mensaje de Arecibo, o ZX Spectrum versus Alien |
Los otros dos, también coordinados por Sagan, tienen, como digo, muchas menos probabilidades (y mirad que el de Arecibo tiene pocas) de ser recibidos por varias razones. En primer lugar, se trata de mensajes materiales, alojados en sondas que recorrerán el espacio. Básicamente, mensajes en una botella en un océano un gritón de veces más grande que el Pacífico.
En segundo lugar, uno de ellos (el de las sondas Voyager 1 y 2) está codificado en un disco de oro (bastante similar a un vinilo) no autorreproducible. Es decir, los extraterrestres tendrían que fabricarse un tocadiscos. A no ser que sean hipsters también y ya lo tengan en casa. Al menos, las instrucciones para crearlo están incluidas; aunque presuponen una percepción de la realidad y de las dimensiones demasiado antropocéntrica, por decirlo de algún modo.
Y aunque lograran reproducirlo, aún tendrían el problema de comprender los sonidos e imágenes grabadas en el disco (sonidos de ballenas, fotos de ciudades, llanto de bebé, música de Mozart, saludos de todos los países e idiomas…). No me resisto a reproducir aquí el mensaje en amoy (un dialecto chino):
«Amigos del espacio, ¿cómo están ustedes? ¿Han comido ya? Vengan a visitarnos, si tienen tiempo»
En fin, un despropósito, un batiburrillo de estímulos sin ningún tipo de orden lógico y siempre presuponiendo que los procesos mentales y culturales y los espectros visuales y auditivos son los mismos en todo el Universo.
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El Disco de Oro de las Voyager, Google:ebay vintage records |
Tengo entendido que recientemente se han creado unos discos de silicio con más muestras del ingenio humano y se han lanzando junto al EchoStar XVI, un satélite de comunicaciones que orbita la Tierra. La lógica de esta iniciativa se me escapa (un satélite no viaja por el espacio), tal vez por falta de información o porque, efectivamente, no es más que otra demostración de la vanidad humana.
Nos vamos a detener en el «mejor» de estos mensajes. El primero de todos. La placa adherida a la sonda Pioneer 10, lanzada en 1972.
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«Saluda, cari, qué van a pensar estos señores…» |
Esta nos presenta una serie de dibujitos que muestran la ubicación de la Tierra en el Sistema Solar (con todos los planetas alineaditos en fila india y equidistantes entre sí) y en relación a los púlsares más cercanos (una serie de rallajos que además, se superponen con los demás dibujos, complicando aún más la comprensión). También hay una flecha que marca el origen y la dirección de la sonda. Esperemos que los señores alienígenas dispongan de arco y flechas o no serán capaces de entender qué significa ese símbolo. La palma se la lleva una representación de una molécula de Hidrógeno que si es más convencional y abstracta revienta. Pero no perdamos la esperanza, quizá también posean libros de química de secundaria.
Pero lo que más nos llama la atención es, lógicamente, las dos figuras humanas dibujadas. La obra por la que Linda Salzman Sagan (esposa de Carl en aquella época) pasará a la historia. Llama la atención que sea una mujer la que tenga el dudoso honor de comunicar el machismo a los extraterrestres.
Porque todo mensaje es más que su contenido. El canal, el código y, en general, todos los elementos comunicativos, también dicen algo. A veces refuerzan el mensaje y a veces lo contradicen. Sospecho que es imposible comunicar algo sin que, al mismo tiempo que el mensaje, se cuele información sobre la ideología, las costumbres y la forma de ver el mundo del emisor. Inconscientemente, la mayoría de las veces.
Estoy seguro que Carl y Linda (fijaos que he puesto primero a Carl por defecto, otra vez el mensaje dando más información de la contenida simplemente en él) no se consideraban machistas, e incluso me atrevo a afirmar que rara vez se les escaparían ramalazos machistas, y que estos serían perdonables cuando ocurrieran. Pero no esta vez. No en un mensaje al espacio destinado a servir de carta de presentación de nuestra especie. Así no.
Vamos a analizar:
Tenemos a un hombre de aspecto mediterráneo, tal vez caucásico, saludando con la mano. Está desnudo y sus genitales quedan perfectamente a la vista. Es activo, toma la iniciativa en el contacto con el hipotético receptor del mensaje.
A su lado, una mujer que, por mucho que me esfuerzo, no puedo evitar ver como subordinada a su compañero. Su actitud es más relajada, casi indiferente. Sus rasgos faciales sí son un poco más ambiguos: podría ser tanto occidental como oriental. Tiene la mirada ligeramente desviada, no parece mirar directamente al receptor. En mi opinión, cede toda iniciativa de comunicación al hombre. No sé si es que no le interesa o es que está pensando en qué hará de cena para sorprender a sus invitados extraterrestres. Parece ausente, carece de toda expresión (tampoco el hombre es Jack Nicholson precisamente, pero al menos actúa). ¡Ah, se me olvidaba! Sus genitales están totalmente ocultos, o mejor dicho, no representados.
Si Linda hubiera dibujado esto con intención artística tendría todo el derecho del mundo, como cualquier otro artista, a dibujar lo que le dé la gana y como le dé la gana, y sus decisiones de diseño estarían basadas en criterios puramente estéticos o personales. El arte es libre. Pero esto es un mensaje se suponía que representativo de toda la humanidad y desprovisto de ideologías.
En su libro «La Conexión Cósmica», Carl Sagan dedica un capítulo entero al diseño de la placa y a las críticas que recibió. Según parece, la idea original era presentar a las dos figuras cogidas de la mano, pero se desechó porque podría llevar a confusiones a los extraterrestres; podrían pensar que se trataba de un solo ser (eso sí, que estos dos humanos aparecieran superponiéndose a la representación de los púlsares como colosos en mitad del espacio no se juzgó lo bastante confuso).
Sagan pretendía mostrar la forma de la mano con su pulgar oponible, de ahí que el hombre «salude» con la mano en alto, un gesto de buena voluntad. Lástima que la mujer estuviera «distraída» y no saludara también.
También menciona la crítica feminista sobre el hecho de que los genitales de la mujer desaparecieran. Parece ser que fue un caso más de autocensura de cara la puritana NASA. Al menos tuvieron el detalle de dejar los pezones. Aún así, la imagen recibió un aluvión de críticas por ser demasiado inmoral, incluso pornográfica, según algunas mentes preclaras de la sociedad estadounidense.

Jesus Espinar

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El hombre y la mujer debían estar en posturas diferentes (o los extraterrestres pensarían que, por ejemplo, los humanos tenemos permanentemente una extremidad doblada por el codo).
Lo que hay detrás de los humanos es una representación esquemática de la Pioneer 10, no los pulsars. Cabe esperar que teniéndola delante, los alienígenas sean capaces de reconecer la nave y distinguirla de las dos figuras misteriosas.
Incluso aunque no dominen el arco y la flecha, de nuevo hay una representación esquemática de la Pioneer 10 conectada por una línea a uno y sólo uno de los planetas. No creo que los alienígenas tengan dificultad en deducir que la Pioneer tiene relación con ese y sólo ese planeta. Incluso aunque no tengan flechas, lanzas ni ningún tipo de objeto arrojadizo, cosa harto improbable.
Es cierto que la mujer tiene la cabeza ladeada (de nuevo para que los alienígenas puedan ver que tenemos partes móviles), pero ni se aprecia hacia dónde mira ni mucho menos puede deducirse que su actitud sea sumisa o indiferente, ni mucho menos distraída. Está atenta y vigilante.
Acerca de la presunta falta de genitales… Bueno, como muestra, un par de ejemplos:
http://209.95.36.78/t/53/35/311/1-320×240.jpg
http://previews.123rf.com/images/palinchak/palinchak1204/palinchak120400004/12981202-Hermosa-mujer-desnuda-de-pie-cerca-de-una-viga-de-madera-Foto-de-archivo.jpg
Ahora ya no parece que Linda lo hiciera tan mal, ¿verdad?
En fin, una obra maestra del ingenio humano, de dos titanes del arte y de la ciencia como Linda y Carl Sagan, a los que no cabe criticar, ni mucho menos acusar de conductas machistas.
Otra cosa es que alguien encuentre alguna vez la Pioneer 10 en la inmensidad del espacio, lo cual es muy improbable. Pero si llegara a ocurrir, una civilización lo suficiente avanzada para encontrarla seguramente podría deducir algunas cosas acerca de nosotros.
Hola, Rasek Karan.
Soy el autor del artículo, perdón por tardar tanto en contestar, me gusta permanecer realmente incomunicado durante mis vacaciones ?
Paso a contestarte punto por punto:
“El hombre y la mujer debían estar en posturas diferentes (o los extraterrestres pensarían que, por ejemplo, los humanos tenemos permanentemente una extremidad doblada por el codo)”
Teniendo en cuenta las escasísimas posibilidades de que ese dibujo lo vaya a ver un extraterrestre, las preocupaciones sobre si se harán un lío con nuestra configuración física deberían ser despreciables.
Escribí esa introducción larguísima sobre los mensajes mandados al espacio para que quedara claro que son todos más una maniobra publicitaria que otra cosa. O mejor dicho: son unos mensajes más para nosotros mismos que para los hipotéticos habitantes de otros sistemas solares.
Lo que dices es correcto, pero podían haber elegido posturas en las que ambos mantuvieran una actitud activa. Tal y como están, no hay duda: el hombre toma la iniciativa y la mujer permanece pasiva.
En casos particulares, esto no tendría mayor importancia. Ahora mismo, por ejemplo, yo escribo esto y mi novia me observa mientras lo hago. Yo estoy tomando la iniciativa y ella permanece pasiva.
Pero este dibujo no es (o no debería ser) la representación de un momento en particular, debería ser la representación de nuestra especie. Y ese es el mensaje que damos: hombre saluda, mujer observa.
“Lo que hay detrás de los humanos es una representación esquemática de la Pioneer 10, no los pulsars. Cabe esperar que teniéndola delante, los alienígenas sean capaces de reconecer la nave y distinguirla de las dos figuras misteriosas.”
En ningún momento escribo que los pulsars estén detrás de los humanos. Lo que escribo es que ambos dibujos (junto con el de la sonda) se superponen, como si Linda hubiera dibujado todo apresuradamente en una pequeña servilleta de un bar. Si te fijas, una de las líneas del pulsar más lejano está, efectivamente, detrás de las figuras humanas. Ignoro qué razones hay para que la artista actuara como si se hubiera quedado sin papel y tuviera que aprovechar el espacio. Quizá haya una razón de peso. La verdad es que ese detalle era más bien por añadir humor a un artículo que, ya te habrás dado cuenta, está escrito en un tono pretendidamente jocoso y poco riguroso.
“Incluso aunque no dominen el arco y la flecha, de nuevo hay una representación esquemática de la Pioneer 10 conectada por una línea a uno y sólo uno de los planetas. No creo que los alienígenas tengan dificultad en deducir que la Pioneer tiene relación con ese y sólo ese planeta. Incluso aunque no tengan flechas, lanzas ni ningún tipo de objeto arrojadizo, cosa harto improbable.”
Bueno, en eso sí que no puedo quitarte la razón. Son cuestiones tan peregrinas que nadie puede en realidad asegurar nada.
Quizá mi “problema” es que tengo una visión bastante abierta sobre cómo podría ser una hipotética civilización extraterrestre. La evolución es un camino muy tortuoso y mi opinión es que es bastante poco probable que los ET fueran capaces de visualizar nada, incluso de diferenciar la sonda de una roca cualquiera flotando en el espacio. Puede que tengan tamaños no compatibles con nosotros, que tengan unos bioritmos distintos o que su espectro de visión abarque otras frecuencias, o que ni siquiera usen el sentido de la vista. Uno de los mensajes que trato de transmitir en el artículo es que es absolutamente inútil intentar comunicarnos con ellos.
“Es cierto que la mujer tiene la cabeza ladeada (de nuevo para que los alienígenas puedan ver que tenemos partes móviles), pero ni se aprecia hacia dónde mira ni mucho menos puede deducirse que su actitud sea sumisa o indiferente, ni mucho menos distraída. Está atenta y vigilante.”
Una vez más, sí. Puede ser que sea como dices, ¿por qué no?
Aún así, sigo creyendo que un extraterrestre lo bastante parecido a nosotros como para entender el mensaje (lo cual creo haber dejado claro que es algo imposible) , llegaría a la conclusión de que el humano de la izquierda es el que toma la iniciativa en la comunicación y el humano de la derecha se queda pasivo.
“Acerca de la presunta falta de genitales… Bueno, como muestra, un par de ejemplos:”
Por supuesto, los genitales femeninos pueden tener muchas formas diferentes. Hay mujeres a las que se les ven a simple vista y otras que no.
Pero, una vez más, este dibujo se suponía que debía ser lo más descriptivo posible, por eso les representa desnudos. Ya puestos a ponernos en la mente del extraterrestre, ya puestos a evitarle confusiones como la de los codos, como bien señalas… ¿no hubiera sido mejor ponerle genitales a la mujer, no vaya a ser que piense que no los tiene?
“En fin, una obra maestra del ingenio humano, de dos titanes del arte y de la ciencia como Linda y Carl Sagan, a los que no cabe criticar, ni mucho menos acusar de conductas machistas.”
Carl Sagan es uno de mis héroes. El trabajo de Linda no lo conozco, pero estoy seguro que es una persona brillante también. No les estoy criticando, o al menos no más que al resto de nosotros (incluido yo).
Te digo esto con todo el respeto del mundo: todos tenemos conductas machistas de vez en cuando. Soltar algún comentario machista o hacer un dibujo que representa a la mujer supeditada a la hombre es algo que tenemos grabado a fuego en nuestra educación. Lo hacemos inconscientemente incluso personas que no nos consideramos machistas. No hay ninguna intención malévola y tampoco merecemos que nos lapiden. Pero no está mal hacer autocrítica, mejorar milímetro a milímetro.
Gracias por leer
Hola, Rasek Karan.
Soy el autor del artículo, perdón por tardar tanto en contestar, me gusta permanecer realmente incomunicado durante mis vacaciones 😉
Paso a contestarte punto por punto:
«El hombre y la mujer debían estar en posturas diferentes (o los extraterrestres pensarían que, por ejemplo, los humanos tenemos permanentemente una extremidad doblada por el codo)»
Teniendo en cuenta las escasísimas posibilidades de que ese dibujo lo vaya a ver un extraterrestre, las preocupaciones sobre si se harán un lío con nuestra configuración física deberían ser despreciables.
Escribí esa introducción larguísima sobre los mensajes mandados al espacio para que quedara claro que son todos más una maniobra publicitaria que otra cosa. O mejor dicho: son unos mensajes más para nosotros mismos que para los hipotéticos habitantes de otros sistemas solares.
Lo que dices es correcto, pero podían haber elegido posturas en las que ambos mantuvieran una actitud activa. Tal y como están, no hay duda: el hombre toma la iniciativa y la mujer permanece pasiva.
En casos particulares, esto no tendría mayor importancia. Ahora mismo, por ejemplo, yo escribo esto y mi novia me observa mientras lo hago. Yo estoy tomando la iniciativa y ella permanece pasiva.
Pero este dibujo no es (o no debería ser) la representación de un momento en particular, debería ser la representación de nuestra especie. Y ese es el mensaje que damos: hombre saluda, mujer observa.
«Lo que hay detrás de los humanos es una representación esquemática de la Pioneer 10, no los pulsars. Cabe esperar que teniéndola delante, los alienígenas sean capaces de reconecer la nave y distinguirla de las dos figuras misteriosas.»
En ningún momento escribo que los pulsars estén detrás de los humanos. Lo que escribo es que ambos dibujos (junto con el de la sonda) se superponen, como si Linda hubiera dibujado todo apresuradamente en una pequeña servilleta de un bar. Si te fijas, una de las líneas del pulsar más lejano está, efectivamente, detrás de las figuras humanas. Ignoro qué razones hay para que la artista actuara como si se hubiera quedado sin papel y tuviera que aprovechar el espacio. Quizá haya una razón de peso. La verdad es que ese detalle era más bien por añadir humor a un artículo que, ya te habrás dado cuenta, está escrito en un tono pretendidamente jocoso y poco riguroso.
«Incluso aunque no dominen el arco y la flecha, de nuevo hay una representación esquemática de la Pioneer 10 conectada por una línea a uno y sólo uno de los planetas. No creo que los alienígenas tengan dificultad en deducir que la Pioneer tiene relación con ese y sólo ese planeta. Incluso aunque no tengan flechas, lanzas ni ningún tipo de objeto arrojadizo, cosa harto improbable.»
Bueno, en eso sí que no puedo quitarte la razón. Son cuestiones tan peregrinas que nadie puede en realidad asegurar nada.
Quizá mi «problema» es que tengo una visión bastante abierta sobre cómo podría ser una hipotética civilización extraterrestre. La evolución es un camino muy tortuoso y mi opinión es que es bastante poco probable que los ET fueran capaces de visualizar nada, incluso de diferenciar la sonda de una roca cualquiera flotando en el espacio. Puede que tengan tamaños no compatibles con nosotros, que tengan unos bioritmos distintos o que su espectro de visión abarque otras frecuencias, o que ni siquiera usen el sentido de la vista. Uno de los mensajes que trato de transmitir en el artículo es que es absolutamente inútil intentar comunicarnos con ellos.
«Es cierto que la mujer tiene la cabeza ladeada (de nuevo para que los alienígenas puedan ver que tenemos partes móviles), pero ni se aprecia hacia dónde mira ni mucho menos puede deducirse que su actitud sea sumisa o indiferente, ni mucho menos distraída. Está atenta y vigilante.»
Una vez más, sí. Puede ser que sea como dices, ¿por qué no?
Aún así, sigo creyendo que un extraterrestre lo bastante parecido a nosotros como para entender el mensaje (lo cual creo haber dejado claro que es algo imposible) , llegaría a la conclusión de que el humano de la izquierda es el que toma la iniciativa en la comunicación y el humano de la derecha se queda pasivo.
«Acerca de la presunta falta de genitales… Bueno, como muestra, un par de ejemplos:»
Por supuesto, los genitales femeninos pueden tener muchas formas diferentes. Hay mujeres a las que se les ven a simple vista y otras que no.
Pero, una vez más, este dibujo se suponía que debía ser lo más descriptivo posible, por eso les representa desnudos. Ya puestos a ponernos en la mente del extraterrestre, ya puestos a evitarle confusiones como la de los codos, como bien señalas… ¿no hubiera sido mejor ponerle genitales a la mujer, no vaya a ser que piense que no los tiene?
«En fin, una obra maestra del ingenio humano, de dos titanes del arte y de la ciencia como Linda y Carl Sagan, a los que no cabe criticar, ni mucho menos acusar de conductas machistas.»
Carl Sagan es uno de mis héroes. El trabajo de Linda no lo conozco, pero estoy seguro que es una persona brillante también. No les estoy criticando, o al menos no más que al resto de nosotros (incluido yo).
Te digo esto con todo el respeto del mundo: todos tenemos conductas machistas de vez en cuando. Soltar algún comentario machista o hacer un dibujo que representa a la mujer supeditada a la hombre es algo que tenemos grabado a fuego en nuestra educación. Lo hacemos inconscientemente incluso personas que no nos consideramos machistas. No hay ninguna intención malévola y tampoco merecemos que nos lapiden. Pero no está mal hacer autocrítica, mejorar milímetro a milímetro.
Gracias por leer