Star Wars: el feminismo contraataca
Publicado el: 28/02/2016 /
Categorías:Cine
Para empezar, la película pasa el Test de Bechdel —dos mujeres con nombre, que dialogan entre ellas, hablan de un tema que no sea un hombre— cuando Rey y Maz se encuentran y hablan sobre la fuerza. De hecho, la película no es la única de la saga que pasa el test.
Pero esto no es, sin duda, suficiente. Sobre todo si tenemos en cuenta el trato que se ha dado a los personajes femeninos, como Padmé y Leia, en entregas anteriores. Por una parte, Anakin se vuelve malo como consecuencia de los sentimientos que tiene hacia su madre, Shmi, y hacia su pareja, Padmé. Por otra parte, la propia Padmé pasa de ser una importante figura política a quedarse esperando a su marido en casa y, por último, a dejarse morir cuando no puede soportar la deriva que Anakin ha tomado. Leia, que también tiene un papel relevante como líder de la Alianza Rebelde, acaba siendo banalizada en la famosa escena en la que Jabba the Hut la esclaviza y la viste con un bikini dorado. Carrie Fisher, la actriz que la interpreta, ya ha dicho a Daisy Ridley (Rey) que luche contra ese disfraz de esclava. La cuestión es: ¿por qué las mujeres de Star Wars, por fuertes y relevantes que sean en las películas, acaban siendo siempre cosificadas e infravaloradas?
¿Por qué las mujeres de Star Wars, acaban siendo siempre cosificadas e infravaloradas? Clic para tuitear
La nueva entrega da un giro a la situación de las mujeres. Habrá que ver si dura. Para empezar, hay más personajes femeninos: mujeres piloto, mujeres stormtrooper… poco a poco se normaliza la presencia de las mujeres. Entre los personajes femeninos, hay varios que tienen o parece que tendrán un papel relevante en la saga: Phasma, la capitana de los stormtroopers, interpretada por Gwendoline Christie (a la que ya hemos visto interpretando el papel de una mujer fuerte, aunque algo estereotipada, en Juego de Tronos); Maz Kanata, interpretada por Lupita Nyong’o, cuyo papel es fundamental para ayudar a Rey a encontrar su camino; o la propia Rey, protagonista indiscutible de la cinta.
Rey no es perfecta; no es una feminista de manual, pero tampoco tiene que serlo. Para mí, lo interesante del personaje es que es creíble: se comporta como muchas feministas nos comportamos en el día a día cuando rechazamos dar dos besos a un cliente y le tendemos la mano, porque a nuestro colega no le daría dos besos; cuando nos molesta que nos abran la puerta a nosotras en un supuesto gesto de cortesía que, sin embargo, no tendrían con un hombre; cuando, como le pasa a Rey, intentan salvarnos (o llevarnos las bolsas de la compra, que pesan mucho), sin que lo hayamos pedido.
En el mundo real, una de las mayores controversias en torno a la película ha sido la ausencia de Rey entre los juguetes de Hasbro. La razón, o más bien la excusa, que han dado, es que incluirla podría suponer spoilers. Mira tú qué detallazo. El error está ya subsanado, pero ahí queda.
La polémica también se desataba, una vez más, alrededor de Carrie Fisher. La actriz ha sido criticada por su aspecto físico, porque se ve que una no puede tener 59 años en paz. La actriz, que es además guionista y escritora, ha respondido a estos comentarios a través de su Twitter.
Please stop debating about whetherOR not?aged well.unfortunately it hurts all3 of my feelings.My BODY hasnt aged as well as I have.Blow us??
— Carrie Fisher (@carrieffisher) 29 de diciembre de 2015
Youth&BeautyR/NOT ACCOMPLISHMENTS,theyre theTEMPORARY happy/BiProducts/of Time&/or DNA/Dont Hold yourBreath4either/ifUmust holdAir/takeGarys
— Carrie Fisher (@carrieffisher) 30 de diciembre de 2015
Queda mucho por hacer desde el feminismo, no sólo en Star Wars, pero es esperanzador que en una superproducción podamos encontrar tantos elementos positivos. Mientras tanto, habrá que seguir luchando. Que la fuerza os acompañe.
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Coordinadora de este proyecto. Socióloga feminista y correctora de textos. Escribo y leo para entender mejor la sociedad y a mí misma.

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