La preñez entre bambalinas
Si no has tenido la famosa «suerte de quedarte embarazada», te pido que te tomes unos minutos para hacerte partícipe de una realidad que no tiene ni pintas de color rosa. Más bien, el sentimiento de culpa y remordimiento te persigue en cada minuto de tu vida.
Las mentiras que se dicen del embarazo, ligadas a la violencia a la mujer y doble violencia por la presión que se ejerce per se y por estar en gestación son increíbles. Tantas, que mil palabras se harían ver como un tuit.
Acostumbradas a tapar el dolor y el sufrimiento para no ser calificadas como malas mujeres, indignas de un estado realmente catastrófico y de mutación, decimos para el bien de la sociedad machista que somos hermosas y estamos perfectas, aún cuando la cadera nos reviente del dolor por el peso de la barriga.
Acá solo algunos de los mitos que bordean una de las etapas, para mí, más terribles que puede pasar a una mujer: el embarazo.
1.- Eres feliz desde el primer momento
Nada puede ser más falso. Más aún si no lo has planificado o si ya no esperabas otre hije . El mundo se cae encima de ti, las nubes negras se apoderan de tu mente: ¿Qué hacer? En mi país el aborto es ilegal, si lo haces y sobrevives a los camales ambulatorios, irías presa por asesina. Si lo llegas a tener en avanzada edad como en mi caso, eres calificada como mujer irresponsable y añosa (término médico para embarazos de mujeres pasadas las 3 décadas). Si lo tienes a temprana edad, los calificativos no dejan de ser fuertes y malignos pero extrapolados: joven golosa (término social machista para subrayar el gusto desmedido de una adolescente por el sexo, gusto que aún no se puede manifestar en sociedad. la culpa te recorre las venas.
2.- No piensas en abortar
Falso. Los planes que tenías de mujer independiente y llena de gatos, se fueron al traste. Tus viajes fueron tachados del calendario y tus ahorros se rutean a biberones y pañales. Entonces, ¿quieres tener a tu cría desde el primer momento? NO, no es así, pasas noches y días pensando a quien llamar, a buscar un número telefónico de una clínica clandestina, pegado en un poste. Luego tomas la decisión: «lo tendré» ( si su decisión será tener al bebé, siga a los siguientes numerales, caso contrario, continúe preparándose en su maestría). Entonces la sociedad se encarga de decirte que eres una fácil ( término patriarcal que pretende someter a la mujer por tener un hijo soltera, culpándola de no tener marido), una mujer que se preñó por irresponsabilidad, más no por una excelente planificación social, obviamente, inexistente.
3.- Estás en la etapa más bella de tu vida
Falso. Tu cuerpo sufre una metamorfosis, te transformas en un ser extraño y nuevo que se llama mamá (estereotipo del que ya hablaremos en próximos artículos), estás mutando… Las tetas te duelen, te llenas de gases, tienes artritis gestacional, te salen hemorroides, vomitas el aire que respiras y lloras, lloras todo el tiempo. Pregunto a las féminas de mi alrededor: ¿cuál síntoma te gustó más? ¿El que no puedas caminar del dolor de cadera? ¿El que tus piernas estén hinchadas y rojas con mucha urticaria? ¿Que tu cuerpo esté pesado como un bloque de hierro? Nadie lo acepta, salvo que sea una mujer muy allegada a ti, que con vergüenza dice «sí, es horrible». No, no es lindo, no es para nada lindo, es terrible, horroroso, eres inútil, casi no recuerdas tu vida sin barriga y sigues llorando. La maternidad la gozas cuando tienes a tu cría en los brazos, y a veces pienso que tampoco es muy cierto.
4.- Perteneces a los grupos de atención prioritaria
Relativamente falso. Si bien es cierto que en medicina es respetado este decreto constitucional, a la sociedad le importa un rábano tu preñez. Vas parada en el transporte público, no te ceden el turno en los bancos, no hay prioridad en los cines ni cajeros automáticos. No importa si sientes que vas a morir de tanto sol, si llegaste última, te aguantas. La atención prioritaria es algo que aún en Ecuador se tiene que luchar por obtener en vez de vivir con naturalidad. Ni hablar de lo que sucede en las catástrofes naturales: «Si la tierra tiembla, yo me iré de aquí», diría Johnny Pacheco.
5.-El instinto materno aflora desde el primer mes
No, no es verdad, llevo 5 meses de gestación y aún me pregunto si tomé la mejor decisión. Me deprimo y me cuestiono por toda la culpa que me enseñó a sentir mi maestr@ diciéndome que a pesar de saber que mi pareja no quería hijes, lo tuve y debo afrontar mi preñez sola (lejos de adoptar una actitud legal y humana), mostrando un orgullo tonto que abarca hambre y desnutrición para la madre y la cría, antes que tramitar los juicios de responsabilidad paternal. De la culpa que me entregó gratuitamente una amiga cristiana, quien decretó que no amaré a mi hije por no ser nacido dentro de matrimonio, con la bendición de un Dios que castiga a un ser que ni ha salido del vientre. Culpa, siento culpa y lucho día a día para que mi hije no nazca con esa energía castradora y sometedora. Aún no puedo cantarle a mi vientre, ni contarle historias, me siento culpable.
6.- No estás enferma, sólo estás embarazada
Falso: para seguir con la poca libertad que tienes, te advierten que compartir con amigos y amigas dejó de ser parte de tu vida desde que el embrión está en tu útero. ¡No! Cuidado, eres mamá, tienes que moderarte, no puedes desvelarte, recuerda, estás EMBARAZADA, no vaya a ser que pierdas al bebé por tu vida social. Pero nuevamente se extrapola para el capitalismo: para seguir produciendo, para las horas extras en la ofi, para aguantar el estrés, los memos, los oficios, las deudas, las cuentas por pagar, no, para eso «no estás enferma, sólo estás embarazada». Así que si un hombre te dice esta famosa frase, grítale con fuerza: «préñate primero y me juzgas después.»
7.- Estás desesperada por sexo, eres sujeto de pena
Si, aunque no lo creas, te vendrán muchas propuestas de hombres generosos que por pena te ofrecerán su pene para que puedas satisfacer tus pobres deseos de mujer preñada sin marido. Sí, increíble pero cierto…
8.- Pierdes objetividad
Totalmente. Eres una barriga caminando, nada de pensar, tu cerebro dejó de funcionar desde que los y las demás supieron que estás preñada. No eres objetiva para los compas de la ofi, eres un río de emociones en la familia, con los y las amigas. No, tu criterio en los 9 meses no tiene validez.
9.- ¡Eres mamá!
Sí, lo eres, lo sientes, lloras y eres feliz. No importa si tienes las tetas caídas hasta el pupo. No importa si tienes panza de tambor. ¡No importa, eres mamà! Y sí, es cierto, das la vida por tu bebé. Es lo único cierto en todo esto: yo ya lo hice una vez y fue hermoso, créeme.
Mucha suerte en tu decisión, cualquiera que sea luego de este post.

Michelle Mabelle

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Muy cierto deberíamos estar en sus zapatos para juzgar, tiene su lado desagradable para ambos inclusive, claro está q las de los pantalones son ellas, sin embargo soy de aquellas personas q creo q de toda acción ser puede sacar algo positivo, a veces es cuestión de perspectivas, con esto no quiero quitar responsabilidad a la sociedad q en muchas ocasiones invisibiliza a la mujer gestante
Simplemente excelente, aplaudo tu valor, decisión y fuerza al decir la verdad sobre un embarazo, xq hoy en día esta sociedad machista nos etiqueta como mujeres con un solo sueño, casarse y un tener hijos, nos acusan de estar tratando de atrapar a un tipo con un bebe, esto no es verdad hoy en día las mujeres tenemos muchas metas distintas y de ningún modo es una bendición tener hijos y un marido!!! Si lo vemos con claridad esta sociedad nos ve como si ser mujer fuera sinónimo de madre, esposa, empleada doméstica y profesional que aporta económicamente al hogar y el hombre solo es un simple proveedor, pero es visto como super héroe… definitivamente es una estupidez. Ya es hora de decir la verdad un embaraza no es una bendición, un marido es un peso más en la vida de una mujer y un pene es solo eso un pene, no los hace superiores, ni más inteligentes y peor aún mejores. Mil felicitaciones por tu valor y no te sientas culpable xq no lo eres!!!